En mis tiempo de estudiante de bachiller, en el Glorioso Colegio México fue el tiempo, motivo por el cual jóvenes, siempre soñábamos un mundo ideal, hecho a nuestros objetivos y metas. En el repertorio musical de rock, había una banda de origen Británica, conocida con el nombre "Tears For Fears", su estilo lo marcaba en un rock pop, con incrustaciones de new wave y soul, entre finales de 1984 y 1985, se escuchaba una rola a mi gusto muy padre, "Everudody Wants, To Rule the World".
El video promocional de esa rolan en parte trataba algunos paisajes de un viaje en carretera, en consecuencia, años más tarde consigo el LP, de éxitos, en mis andadas de pata de perro dentro de la Unión Americana era escuchar la rola, como una sensación de no tanto de gobernar el mundo, sino el disfrutar la carreta en el tramo de Houston a San Antonio.
De ahí me lleva a compartir en estas líneas algo que espero sea de su agrado.
Los viajes en carretera son una experiencia padre, los recuerdos me llevan de la infancias, hasta hace unos años atrás, cuando uno era feliz, hoy no se. Esas paginas de blues se disfrutaban cada instante en la compañía de mi familia y, en especial la época de estudiambre en la institución educativa de Rice University, al manejar en esas autopistas del vecino Trump. En mi trayecto me hacia acompañar de mi buen repertorio de música, de buen rock pop.
En otras rutas, en mi hermosa vida de antes,(que cursi) era viajar con devoción los viernes en la tarde hacia la comarcar lagunera, en los hospicios de los desértica carretera 40, en el tramos Saltillo-Torreón, en la primera parada en Estación Paila, a fin de comprar un refresco y, a proseguir la ruta con dirección a la capital de la Comarca Lagunera. No Obstante ya al pardear la tarde en el tramo la cuchilla, me encantaba ver los atardeceres laguneros con ese tono rojiso de un Monet impresionista, tan hermosos, del mismo modo escuchando la rola de "Dustin The Wind" de Kansas.
O por otra parte, un viaje padrísimo era con mi Padre y mi Madre, al pasar la cuesta de mamulique en la antigua carretera Monterrey-Nuevo Laredo. Al volante mi hermano el audaz de volante Villegas, Don Carin Fitipaldi, con esa destreza hechos madre, con velocidad crucero observaba la accidentada sierra, a ritmo musical de "The Year of the Cat" de Stwear.
En otro bosquejo de la vida, de ruletero en los caminos de la republica, fue aquel viaje en julio del 2004 rumbo a tierras tapias, al empezar manejar con mi clásico repertorio de toda la vida, al entrar a Jalisco entre el tramo de Lagos de Moreno a Guadalajara, me toca una tormenta cerrado de lluvia, antes de que los Jetas se devaluaran a la cuarta transformación, en compañía de Cristopher Cross con la rola Ride Of the Wind a una velocidad algo veloz.
Así mismo, cada día domingo en la tarde, era mi costumbre al terminar la comida familiar el encarrilarme a recorrer los caminos de la sierra de San Isidro de las Palomas, hoy Arteaga, en dirección primero al cañón de los Lirios rumbo a la Laguna de Sánchez, con la oportunidad de disfrutar la naturaleza y, el fresco de esa zona bendita, y el estero a todo lo que con la finalidad de escuchar al amplio repertorio de Willy Nelson, por la razón de ser un viaje muy campirano.
En si, son varios viajes en carretera y, si son dentro del país procuro escuchar la canción "Big Country", del grupo de mismo nombre; si embargo es una rola que a mi me lleva a valorar los diferentes entornos de la naturaleza del terruño; lo que nos hace por un lado ser un gran país.
El presente articulo lo escribí escuchando la rola "Everudody Wants, To Rule the World" del la banada "Tears For Fears"
"El Señor es mi Pastor, el Blues mi religión. Hermanos el Blues sea con ustedes" JBR
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