sábado, 18 de mayo de 2019

Museo de la Katrina

   
La  Ciudad de Saltillo, Coahuila. conocido para los gustosos del rock y blues, es Saltirock, una localidad en su esencia de los años 40s y 50s, de mucha tradición por su cultura, un pueblo de estudiantes y gente culta, del mismo modo comunidad en constantes transformación de la época de oro del buen rock. Hoy apunta por la cultura hacia perder sus tradiciones. No obstante hay un pequeño sector que se niega a morir en sus tradiciones.
Una es la legendaria estación de radio la Xeks,  la 104.9,  con una programación clásica contemporánea  de revista y conserva la esencia del rock y el blues en su evolución. El otro ámbito, cambiando de tema ya más tradicional que busca rescatar nuestras raíces culturales de aquel viejo Saltillito y la Mexicanidad, el Museo de la Katrina, el cual se localiza el topar la calle de Allende,  detrás de Antiguo ex Colegio de San Juan, de la orden de la Compañía de Jesús.
 El inmueble que ocupa el museo de la Katrina, es una casa  antigua  con mas de 100 años, y de la misma manera se encuentra construida sobre lo que fue alguna vez un camposanto (cementerio) del Antiguo Colegio de San Juan Nepumuceno, una de las primeras instituciones educativa de aquella época de la revolución.
Cuando uno visita el mueso de la Katrina, el hacer un recorrido por sus salas es observar su exposiciones de temporales donde se explica la historia de la Katrina, y de paso ver  una cocina clásica mexicana de la época de nuestros tatarabuelos, con esa mexicanidad que se niega desaparecer en su decoración, que mis recuerdos me lleva a la casa de mi abuela materna en la calle de Manuel Acuña.
Por otro lado, un atractivo muy interesante, los anfitriones del Museo de la Katrina, cada fin de semana, según recuerdo, hacen la presentación de noches de Leyenda, en la primera parte presentan alguna película clásica de terror, de preferencia de la Época del Oro del Cine Mexicano, y al terminar el film, a continuación hay una actuación de las  historias de suspenso y fantasmas de la ciudad, principalmente se hace referencia a las arterias y edificios del centro histórico.
Al terminar la velada, en una noche de museo,  y al retirarse de ahí, se percibe el aroma del viejo Satillito, que no desea  a perder su esencia de Ciudad Recoleta y de tradiciones. En mi opinión, el efecto de la visita la Catrina da la impresión de respirar al cruzar en las calles del primer cuadro de SaltiRock a un añejo canto de melancolía y nostalgia de un Blues con tintes de Robert Jonhson.
Por eso, mis estimados un fin de semana los invito a visitar el Museo de la Katrina.
Buen Fin de Semana
"El Señor es mi Pastor, El blues mi Religión. Hermanos.... El Blues sea con ustedes" JBR


        http://www.museodelakatrina.com.mx/index.html

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