lunes, 29 de junio de 2015

Hoyos Funkies

"Comienza la represión contra el rock y sólo algunos

 sobreviven dándole paso a una nueva generación."





Resultado de imagen para avandaroAl terminar  las festividades de "Rock y Ruedas" en el año de 1972, se inicio el fin de la época de oro del rock mexicano, con una tendencia del oficialismo de acabar con una ideología de pensamientos de los lideres rockeros mexicano, lo anterior al miedo de una conglomeración tan amplia de miles de jóvenes, con el motivo de buscar de una válvula de escape ante las represiones sufridas en los movimientos universitarios de los año de 1968 y 1971.
Después del festival de Avandaro,  la campaña de desprestigio de las autoridades federales fue, en contra de esa mega reunión de la juventud, con la versión oficial de una orgia de sexo y drogas,  y la música fue darle rienda suelta a esos bajos instintos
Por esa situación el supremo poder tenia miedo a cualquier tipo de manifestación de la juventud, inicia una compaña de desprestigio ante movimiento rockero nacional, primero se establece en su estrategia, como hermanita de caridad, con un sentimiento comprensivo por la reunión de varios jóvenes a disfrutar la música; por otro al caer en ese libertinaje aprovecha la coyuntura de difundir la información mal intencionada de pervertidora en el uso de los estupefacientes, y ante un tumulto de varios personas sin control, les cayo como anillo al dedo el pretexto de prohibir,  ya ese tipo de reuniones, y no contestos con eso, además sazonaron, con una campaña inmediata y inédita de difusión de descredito  del comportamiento de trescientos mil jóvenes, y de censura de todo tipo de manifestación de bandas, en radio, televisión y reuniones de toquines en festividades estudiantiles


Sin embargo en esa etapa de veda de la prohibición, dio origen a una actividad  semiclandestina de expresión del rock mexicano, con dirección hacia la zona de la periferia de la Ciudad de México,  con el nacimiento de un refugio del clan rokero,  conocido como los Hoyos Funkis. Así, como lo describe en su artículo de la revista  Rolling Stone, el articulista Federico Rubli Káiser... "Estos eran improvisados locales aptos para tocadas, tales como los viejos cines, bodegas industriales, gimnasios públicos,  explanadas de estacionamientos y hasta terrenos baldíos. Fue así como en los sórdidos hoyos funkis el rock encontró un reducto para sobrevivir después de la mortal herida que le infligió la campaña mediatica oficial para el desprestigio al encuentro Avándaro" .... En esos estilos de lugares se dejo la llama vivía de los foros de expresión del rockero mexicano

Concierto de Javier Batiz en un Hoyo
Funky en la Ciudad de México

Por otro lado, la misma revista especializada el articulista describen en sus inicios surgió un movimiento Underground y semiclandestino de la reprimida comunidad roquera nacional, con el objeto de luchar por la reivindicación, Los Hoyos Funkies, un lugar imaginario como lo hacer sentir atinadamente Rubli  Káiser, y  me lleva de la lectura a esa época a estar presente, transportándome por el Túnel de Tiempo de esa serie de ciencia y ficción de los 60´s, en televisión,

...."LUGAR: UN BODEGÓN ABAndonado en Tlatelolco, cerca del Puente de Nonolco. Epoca: un domingo de marzo de 1972, a las 6 pm. Un olor fétido Iluminación a media luz. Nubes de humo cigarrero. Piso mugroso y pegajoso con quién sabe a qué. Una improvisada tarima con madera apolillada. Amplificadores Customs algo destartalados. Unas 1200 personas apretujadas deodo a codo compartiendo sudadores. Pero estamos congregados con un anhelo en común: Escuchar buen rock. Y en espontáneo escenario aparece ni más ni menos que Fernando Batiz (Javier Batiz), acompañado de buenos músicos rockeros. A su lado, su pareja Macaria para hacerle los coros. Resuenan los primeros acordes en su guitarra con el lamento "Doown Broken Haerted"....,

  En esos espacios se reunían los jóvenes con el fin de escuchar la buena rolas  del genero del rock nacional, que se negaba morir, con la descripción  de lugares inseguros y nada aseados, en donde la mayoría de las ocasiones no se vendía bebidas; sin embargo en esporádicos eventos se consumía sustancias psicotrópicas de moda, el  fin era solo el deleitarse con la  música, de las grandes bandas de  Avándaro, tal como " El Ritual", "Peace And Love", "Love Army", "Tinta Blanca", entre otras, hasta las más modestos grupos locales en busca de  darse a conocer en el medio

Los espacios Hoyos Funkies era para los jóvenes como hace alusión en su articulo María Fernández Lara López, al entrevistar a Julia Palacios... ” eran un espacio de cultura, un gritar de una sociedad que quería expresarse"..., por tal razón esos lugares era ir a entonar un grito ante represión, su inconformidad y su falta de compresión de desear cambiar el mundo, con el objeto de hacerse su sentir. De la misma manera el Hoyo se entendía lo más bajo del lugar, y por el otro lado,  Funky es un  modismo ingles alusivo a la diversión, con la característica positivas de ser pacíficos y de ello se reforzó una identificación social del rokero, en busca de un cambio.
Por tal razón, los Hoyos Funkies, cumplieron con su misión de tener vivía la llama del rock nacional, aquel rock proactivo de conciencia social de cambio.
"Hoyos Funkies" eran un espacio, una cultura, un gritar de una sociedad que quería expresarse. Se reunían los chavos de onda como a las 6 de la tarde para entrar al mundo Underground que llevaba implícito el hoyo funkie, cualquier grupo quería tocar y podía tener la aceptación del público o la reprimenda a punta de golpes. Con estas tocadas subterráneas se mantuvo viva la flama del rock mexicano.


Algunos datos en este documental acerca de Avandaro y los Hoyos Funkies

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