domingo, 25 de agosto de 2019

"Cumbia sobre el Rio" de Orestes Gomez




A partir del deceso de Celso Piña en días pasados, se despertó en las redes sociales un sentimiento de tristeza, por parte de sus fans, en especial al ver las notas periodísticas en medios electrónicos y en redes sociales, desato un impacto  que centro a la Ciudad de Monterrey, en el plano de la farandula, por lo ocurrido a Don Celso, de un personaje muy bien visto entre sus seguidores
El estilo musical de Celso Piña y su Ronda Bogotá, marco la felicidad y tristeza con un sabor  pegajoso de la cumbia, al hacer infusiones con un estilo la música norteña, algo para en las fiestas de los fifis, y aristocracia abría la pista de baile; en el caso diferente de sus raíces encierra la cara de su gente y, de su barrio, de un canto de tristeza a la felicidad, pero muchas ocasiones alegre, algo parecido a los orígenes del  blues.
Celso Piña, fue un fenómeno, sin ser conocedor del genero musical, fue un fenómeno como Rigo Tovar y Los Plebeyos, motivo por el cual barrio y supero las expectativas, hasta el citar su alias el Rebelde del Acordeón y, impresionar a  García Marques con sus rolas al escucharlo y hasta bailar la cumbia, pero del norte.
El día de hoy, en el articulo del maestro Orestes Gomez, en su columna con el Correr de la Pluma, hace una descripción sobre el genero musical de la Cumbia en sus raíces y su influencia hasta nuestros días; no obstante dedica homenaje  a Celso Piña y su banda musical. El cual me permito transcribirlo, por ser una nota muy interesante.

‘Cumbia sobre el río suena’

 La cumbia es un género de música y en sus orígenes de elegante baile, cuyas raíces se remontan a la fusión de las distintas culturas que convergieron entre las regiones de Colombia y Panamá. Su evolución se fue extendiendo adoptando y derivando en otros géneros, según el país y la aportación musical de sus ritmos, generando versiones en lugares donde se iba tocando.
A Colombia la cumbia llegó a las costas caribeñas por influencia de los esclavos africanos que arribaron a ese país, pero también de los españoles que desembarcaron en el tiempo de la Colonización.
En el siglo 20, a partir de 1940, la cumbia comenzó a extenderse por otros países del continente latinoamericano.
Según historiadores musicales, este género inicio como una danza de catarsis para los esclavos que al final de la jornada o en sus pocos momentos de descanso fueron practicando, evolucionando después en un bailable elegante y cortés, y por ultimo derivando en los países centroamericanos y en México –entre los pasos elucubrados por cholos, chindos y otras especies– en la cumbia rebajada como aportación del barrio de la campana de Monterrey a este género.
Los instrumentos musicales más utilizados por las bandas de la cumbia tradicional eran: los tambores, la flauta de millo, las gaitas colombianas, el guache y el maracón. Cambiando luego al acordeón, la guitarra eléctrica, el güiro y las tumbas o congas
Una de las características más destacadas en las cumbias es el significado de sus letras. Muy habitualmente las cumbias tratan de expresar el sufrimiento de sus lugares de origen, de la vida cotidiana, también de temas marginales como las drogas y el alcohol o la delincuencia en general. Las tradicionales nacían de acontecimientos personales y se hicieron famosas como: “Los Caminos de la Vida”, “La Piragua”, “Navidad Negra” y “La Zenaida”.
De los exponentes de la cumbia en Colombia que terminaron siendo la inspiración de los países seguidores de este ritmo podemos anotar a: Policarpo Calle, llamado el embajador de la Cumbia, Aniceto Molina, Lisandro Meza, Lucho Bermúdez, Totó la Momposina y Lucho Argaín.
En México la cumbia tuvo exponentes entre los años sesenta a ochenta del pasado siglo, en un esfuerzo para repetir esquemas de grandes compositores señalándose a: Acapulco Tropical, La Tropa Loca, La Santanera, La Sonora Dinamita y el inimitable Mike Laure y sus Cometas, Carmen Rivero, Chelo y su Conjunto, Xavier Passos, El Tropical Panamá y desde luego Rigo Tovar y su Costa Azul, que se convirtió en el fenómeno de dos décadas de música tropical y cumbanchera.
Salto a un periodo en el que la cumbia mexicana marca una presencia y estilo, mezclando ritmos con hip hop, rap y salsa, traduciendo al género en un auténtico sello de creatividad y de fusión, me refiero al recién fallecido Celso Piña y su ronda Bogotá.
Celso, el de la campana, el del barrio bravo al que llegaron colombianos para aprender del maestro, el que hizo de su música un referente de la cumbia mexicana, aun cuando se tratara de antiguas canciones de otras latitudes.
Piña inicio su carrera como músico ambulante, autodidacta del acordeón tocó cientos de puertas que se fueron abriendo debido a su carisma y sencillez.
Fundó la ronda Bogotá con un sentido de identificación basado en el modelo de la cumbia colombiana.
De familia de músicos, su padre y sus hermanos: Eduardo, Enrique y Rubén, lo acompañaron durante toda su carrera.
Sus primeros éxitos incluían la interpretación de cumbias colombianas tradicionales, pero su sello lo refieren sus álbumes: “Dile” y “Cumbia de la Paz”, y de ahí en adelante.
En el 2001 tuvo la ocurrencia de lanzar “Barrio Bravo” en el que contó con la participación de El Gran Silencio y Control Machete, disco que lo posicionó a nivel mundial.
Entonces el máximo trofeo, el día que puso a bailar a García Márquez en el Marco de Monterrey, por él narrado: “Yo estaba tocando, cuando se abre de repente la cortina mágica y se viene la bola de gente, y en medio, el maestro. Seguí tocando, entró el maestro con la crema y nata de Monterrey. Le indican su mesa, y antes de llegar a su mesa, voltea a donde estábamos nosotros, se nos queda mirando, siguió caminando, llega, sienta a la esposa y él se va en medio del salón. Se desabrocha el último botón de la americana que llevaba y comienza a bailar. Bien sabroso que se movía el maestro. Obligados o no obligados, todos tuvieron que bailar”. El buen Celso, que la tierra te sea leve.



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miércoles, 21 de agosto de 2019

"Parque Centro". Un concepto de Jazz


   
En cada  fin de semana pasado, es mi costumbre crear mi ambiente de blues y rock, ya sea desde la Fortaleza de la Resistencia Civil de Rock y Blues, o en ocasiones la salida al estilo escapista mexicano del Dr Zovek, hago la audacia de lograr el espíritu libertad al estilo de la película  "Alcatraz, Fuga Imposible", a un antro del andador Ocampo a fin de disfrutar unas rolas de rock pop, y el deleitarnos con algunas  cervatanas con el propósito de estar a tono con Sábado Internacional.
Sin embargo, el fin de semana pasado fue diferente, con el  animo de romper la rutina, al visitar un reciente sector en Saltyork, algo que hacia falta para considerar a un racho de altura con un nuevo enfoque "new wave" de convivencia  social, familiar, de negocios y  con un estilo de  la serie de " La Ley de los Audaces", con un sublime toque céntrico  y Neoyorkino, por lo que se imaginan comento acerca de " Parque Centro"
En Parque Centro, es un nuevo desarrollo inmobiliario, claro muy interesante, con una visión diferente, al destinar un edificio el "Mercato" de 4 niveles con locales destinado a  bares y restaurantes. 
En especial la Terraza Romana, motivo por el cual su decoración cambia a la tendencia de espacios abiertos del minimalismo y no pierde su esencia, ya dejando aquellos jardines céntricos de la ciudad, con la finalidad de llevarnos a otros lares como el paseo de rió, en la Ciudad de Santa Antonio Texas, entre nogales añejos y una vegetación adoc.
En mi imaginación, con la música de ambiente de un buena infusión de Jazz Blues con la pieza musical de intitulada Material Girl con la interpretación de Cassandra Beck, no lleva a estar en algún lugar del sector de la Gran Manzana de New York, con la suavidad de una rola tranquila que invita a tener una velada, muy chic. en compañía de la dama con la que compartimos la cena. 
Por otra parte, ya en Saltiyok contamos con una zona de altura con la finalidad de contar  con un paseo digno, y explotar otros conceptos de cultura, tal como incentivar un festival  de bandas de Jazz, que en mi sentir poco hay en Saltillo, espero estar equivocado. En consecuencia esa idea sea un sueño hecho realidad.
"El Señor es mi Pastor. El Blues mi religión. Hermano el Blues sea con Ustedes"  JBR
El siguiente articulo lo escribí escuchando la rola "Jump" con la interpretación "Casandra Beck" 

  


domingo, 4 de agosto de 2019

Alma de Niñas!!!

En este primer fin de semana del mes de agosto, me gustaría compartir algo diferente al rock y blues; no obstante sea algo de las vivencias de la época actual de damitas infantiles, que tienen el derecho a tener sueños, fantasías y fomentarle los inicios de ideales; motivo por el cual es la responsabilidad del padre y la madre brindarles ese entorno, de un "Alma de niñas". Al contrario. el no caer la vida rapaz de un patán que olvida a sus hijas y ejerce una  paternidad irresponsable.
En cada pagina de blues, se escriben diferente historia de vida, algunas felices y otras  tristes; pero en la mayoría de los bocetos de la vida son alegres, así es, en especial el caso cuando fuimos niños, como disfrutábamos la vida, sin prejuicio alguno, en especial con nuestro padres que nos procuraron y, en otro aspecto con nuestros amigo y amigas de la infancia.
 Lo anterior, lo comento por la razón  de hace unos meses en una actividad de una organización, realizo un evento de una cena del primer amor,  de nuestras hijas con sus padres, al llevar acabo ese evento donde lo primero fue una cita formal en la que platicaban las hijas algunas inquietudes de su quehacer diario en la escuela y su convivencia con los compañeritas, a la vez se abrió un espacio para comentar las niñas algunas reflexiones hacia sus padres, el representarnos como los Super Héroes de la Liga de la Justicia.
Del mismo modo, como una escena adelantada de una fiesta de 15 años se participo en un vals, entre padres e hijas con la pieza musical "Para Eliza" de Beethoven, algo inusual a fin de bailarse con una pequeña, ya después con otras rolas  un poco mas movidas  tal como la de "Papa" de Timbiriche, sello aquel lazo paternal.
Así mismo, al paso de la velada, las chiquillas se separan y  para continuar a juntar con sus compañeritas y amiguitas de la escuela o de otros colegios, con la finalidad de jugar  desde el avión, a la trae, a escondidas, entre otros, un momento muy agradable para ellas.
Sin embargo, las niñas ya para terminar la velada, es de resaltase y en especial mi ardilla formaron una fila en la que venían marchando y entonaban una canción a todo pulmón en una sola voz, con las ganas de una alegría y ilusión  de disfrutar al máximo esa etapa de su vida, donde de alguna manera existe el mundo feliz posible de la lealtad, al estilo de la letra de la canción de un "Año Más".
" El Señor es mi Pastor. El Blues es mi religión. Hermanos el Blues sea con Ustedes", JBR. 
El siguiente articulo lo escribí escuchando la rola de "Un Año Más" de Sebastián Yatra y Reik.