En mi último articulo del mes pesado, me agrado compartir unas impresiones sobre dos rolas de la película de los años 80´s, intulada de The Gambler, la que cuenta con dos temas musicales con esencia, por un lado del club del Pericles enamorado y la otra que hace alusión a la preparación de un joven deportista para un torneo de lucha libre olímpica, y poder alcanzar la meta de ser campeón en su pueblo natal.
Lo anterior lo cito, por la razón, en el fin de semana pasado, en el colegio en cual estudian mis ardillas,se llevo a cabo su primer campeonato a nivel nacional de varias disciplinas deportivas; entre ellas es especial de baloncesto en la rama femenil, en donde la ardilla mayor es integrante del representativo de su colegio.
La participación de sus compañeras y de ella en su equipo, fue de mucho sacrificio, en las tardes, haciendo un espacio en sus agendas escolares con el propósito de dedicarles horas para su entrenamiento, motivación y compromiso de sellar una hermandad de esa familia deportiva, un aliciente de enfrentarse con otras instituciones educativas de muy buen nivel de juego.
Sin embargo el último juego en el cual participaron mi imaginación me transporto a uno de nivel profesional de campeonato de la NBA, al estilo un clásico Texano entre los Rockers de Houston y The San Antonio Spurs, al estar enfrente un duelo de interescuadras con el representativo de la localidad de Piedras Negras, equipo invicto, se topo con un Saltillo Mandón al estilo Manolo Martínez en el Básquet y, con un resultado nada favorable las chiquitinas remontaron un marcador adverso, y detrás para adelante en un tiempo extra apto de cardíacos, en un contragolpe anotaron la canasta, con el fin obtener el triunfo, con un sabor a campeonato.
La constancia, el apoyo, la disciplina, con la motivación hacia pequeñas seleccionadas y, por consiguiente con la compañía valiosa y incondicional de sus padres, son un factor importante en la formación de la disciplina de germinar la semilla del trabajo colaborativo. No obstante el cuerpo técnico tiene la responsabilidad de un gran un equipo colaborativo, un compromiso y su liderazgo renovado de incluir, actualizar y encausar a esas pequeñas, sin dejarlas a un lado, deben de ser un complemento de un modelo de impulsarlas a ser cada día mejores, en lo individual y en lo colectivo, con una inyección de valores altamente competitivos, sin olvidar sus obligaciones escolares y de casa.
Para finalizar, esas peques, son unas jugadoras con hambre de sobresalir a hacer cada día mejores con la perseverancia deportiva de Lauden Swain del film de Vison Quest
"El Señor es mi Pastor, el Blues mi Religión , Hermanos..... el Blues sea con Ustedes" JBR
El presente articulo, lo escribí escuchando la rola de "The Gambler" de "Madona"
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