viernes, 10 de marzo de 2017

Un Blues "Leyes"



"Polvo que piensa, 
no vuelve al Polvo"
OVR

La imagen puede contener: árbol, noche, cielo y exterior
En días pasados, realice una visita con mis ardillas, a las andanzas académicas de mi padre y en mis tiempo de estudiante de licenciatura,  de esa legendaria  escuela de "Leyes del Estado", En esa escuela me envuelven una serie de sentimientos desde mi niñez, en aquella época ya casi 50 años, inicia una identidad forjada a esa institución educativa. de verdaderos estudiantes, a un estilo de una rola de felicidad de BB King y Buddy Guy, en notas de una sintonía de una pagina mas de blues.

Al estar en ese edificio de la enseñanza del derecho,  nos trasladamos las ardillas y su servidor , a realizar un tour, por los salones donde tome las clase con grandes maestros, en las áreas del derecho civil, mercantil, constitucional, entre otras materias, ellos de la vieja guardia, con único fin era  formarnos como bueno profesionistas, dentro de la abogacía tan competida, sino también  a fojar una imagen de un técnico de la ciencias jurídicas, sin ser un simulador del derecho, como comentaba el Doctor  Ignaciano Burgoa.

En esa escuela departimos los primeros, no solo los conocimientos del derecho en el club social de la Barra de Abogados, antes de entrar a clases, ademas se incluía el compañerismo de organizar la próxima serenata de la rondalla de Leyes, con la dedicatoria de la rola de Alberto Cortes "De Aquella Novia Primera". Al terminar las clases en la tarde, estábamos como farolitos a media luz  de esquina fria, y a la vez cálida, con la ilusión de esperar a la chica perfecta, que nos gustaba, con el firme propósito de acortejara, con cualquier motivo de acompañarla a su casa, y en transcurso de llegar a su cantón, en la platica entre broma y broma, corríamos con caballerosidad la invitación de ir al cine, en caso de ser muy religiosa hasta el pretexto de sacrificarnos de ir a los servicios religiosos de los fines de semana.

No  puedo  olvidar,  aquellas veladas académicas, cuando en la temporada de exámenes finales de un estilo anual y oral, nos paseábamos  de un lado a otro por el patio de los pasos perdidos, con el fin de estudiar y repasar nuestros apuntes de la asignatura, antes de recibir el aviso de Cielo Andaluz, de partir a entrar a la evaluación final,  y a continuación a puerta gallola esperar la embestida de la primer tema a exponer a los sinodales, a través de la narración de los tercios taurinos, si la faena era triunfal, el juez de plaza y el asesor de suerte nos otorgaba unas orejas, rabo y apéndice, algo con la similitud de un 100.... eso si estudiábamos.

Esa escuela, mi padre egreso en el año de 1957, el fue un catedrático ejemplar que amo a su Alma Mater; al dado caso impulsa la construcción de edificio actual, terminando un largo peregrinaje; tanto así, las ardillas asistieron a la Aula número 10. Como alumnos de licenciatura  se sentaron en la banca a fuera del salón donde impartía su catedra de obligaciones, se figuraban Chip y Dal imagen de su abuelo al llegar solemne a impartir el conocimiento, del mismo modo al tomar  asiento -ya en el salón de clases- en el pupitre e imaginar a mi Lic.Villegas, en ese día inculcando las enseñanzas del derecho con cariño a sus dos últimas nietas.

Esos recuerdos del blues, son paginas ya escritas; sin embargo, me hacen sentir esa nostalgia, de los compañeros y compañeras en los salones de clases, el compartir apuntes, libros, códigos, en los rescesos  al estar en la cafetería disfrutando de un merecido descanso, o pidiendo un libro de consulta en la biblioteca. sin olvidar cada momento de la carrilla de mis colegas estudiantes del chocolatito en la materia de Sociedades Mercantiles, entre otras anécdotas, así esos pasajes, son los pasajes de la novela en la vida de estudiantes de derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, del año 1915, en España, de la obra literaria de la "Casa de Troya" del autor Alejandro Pérez Lugin, recomendado por el maestro Don Agustin de Valle Recio, y cada que tengo la oportunidad lo vuelvo a releer.

Es motivo de orgullo el haber egresado para algunos, y para otros es un pasaje de blues de cinco años de felicidad, el  egresar de la añeja escuela de "Leyes"......,

El presente articulo lo escribí escuchando la rola de Busking Jump del Grupo Tapatío " Naranjito Blues"

" El Señor es mi Pastor, el Blues mi Religión..... Hermanos el Blues sea con Ustedes" JBR